jueves, 9 de febrero de 2012

ALBAICIN

El Albaycín constituye un mundo aparte en el conjunto granadino. Esto se debe a la fuerte influencia musulmana. Fue en este lugar donde se erigió la primera corte musulmana en el siglo XI, la zirí. 

La ciudad descendía por San Nicolás hasta las márgenes del río 
Darro, pobladas de lujosos cármenes y dotados de espléndidos baños públicos, como muestran los del Bañuelo. 

calles del barrio albayzin
El máximo momento de esplendor del Albaycín fue en los últimos años del dominio nazarí, una población de más de cuarenta mil habitantes y treinta mezquitas. Las calles eran muy estrechas y las casas pequeñas y limpias, además de contar con numerosos aljibes, algunos de los cuales han llegado a nuestros días. 

Tras la Conquista, a los musulmanes se les asignó como lugar propio de residencia el barrio del Albaycín. Pero, bien pronto la población se iba a enrarecer. 

Las constantes sublevaciones, obligaron a los monarcas a expulsar del Reino a los que practicaban la religión musulmana. Las mezquitas fueron demolidas y sobre los mismos emplazamientos se levantaron las numerosas iglesias que hoy lo pueblan. 

Los moriscos dejaron sus casas, lo que fue aprovechado por los cristianos ricos de la ciudad baja para edificar suntuosos cármenes. 

edificio arabe en albayzin
Este es un barrio para relajarse, para recorrer todas sus callejuelas y descubrir cosas que no vienen en guía alguna. Ninguna visita al Albaycín puede ser completa sin admirar la panorámica del barrio desde la Alhambra; por algo los reyes granadinos construyeron su palacio allá arriba. 

El Albaycín es un barrio para vivir el ambiente de sus bares de tapas y terrazas. Y como punto y seguido, aquí no hay final, contemplar una puesta de sol sobre 
la Alhambra, en el preciso momento en que se tiñe de rojo. 

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